
Salade de tomates burrata: receta y maridaje vino ideal
Salade de tomates burrata: frescura provenzal y maridaje vino a la española
Hay platos que respiran verano, sobremesas largas y copas de vino bien elegidas. La Salade de tomates burrata au basilic et huile d’olive de Provence es uno de ellos: tomates maduros y jugosos, burrata cremosa que se desborda al cortarla, el perfume del albahaca fresca y un buen chorro de aceite de oliva. Una receta sencilla, pero con una capacidad brutal para transformar una cena corriente en un momento especial de maridaje vino y buena conversación.
Aunque la ensalada tenga acento francés e italiano, encaja de maravilla en la cultura gastronómica española: la puedes servir como entrante para compartir, como plato único ligero o incluso como parte de un tapeo amplio, al lado de un buen pan y una botella de vino. Aquí es donde entra la magia: elegir el vino para Salade de tomates burrata au basilic et huile d’olive de Provence adecuado marca la diferencia entre un plato rico y una combinación perfecta.
A lo largo de este artículo vas a descubrir la historia del plato, la receta detallada, trucos de cocina y, sobre todo, cómo encontrar el mejor maridaje vino con ayuda de Vinomat y de los grandes vinos españoles que puedes conseguir fácilmente en El Corte Inglés, Carrefour o en tus vinotecas locales.
Sobre este plato: Mediterráneo en estado puro
La Salade de tomates burrata au basilic et huile d’olive de Provence es el encuentro de tres Mediterráneos: el tomate (muy nuestro), la burrata italiana y el aceite de oliva provenzal, aromatizado y fragante. Podría ser perfectamente una ensalada servida en una terraza de la Costa Brava, la Costa del Sol o un bistró de la Provenza.
Su espíritu es el mismo que el de muchas recetas españolas veraniegas: producto de temporada, respeto máximo por el sabor original y poca manipulación. En España estamos acostumbrados al buen tomate de huerta, a las ensaladas sencillas con aceite de oliva virgen extra, y a ese rito de abrir una botella de vino mientras se pican unos entrantes. Aquí esta ensalada encaja como anillo al dedo.
La burrata, originaria de Apulia (Italia), se ha convertido en una auténtica estrella también en España: es cremosa, sedosa, con un corazón de stracciatella y nata que se mezcla con el jugo del tomate y el aceite de oliva creando una salsa natural espectacular. La albahaca aporta un punto aromático fresco y herbáceo que recuerda a pesto, mientras que el aceite de oliva de la Provenza (o un buen AOVE español aromático) redondea el conjunto.
Aunque no sea una receta tradicional española, comparte ADN con platos muy nuestros: pensar en un buen pan con tomate, una ensalada de tomate con ventresca o una simple ensalada de huerta. Esa familiaridad hace que la aceptación en nuestras mesas sea inmediata, especialmente cuando la acompañamos con un maridaje vino bien pensado: blancos frescos, rosados con nervio e incluso tintos jóvenes con buena acidez.
Ingredientes clave y su papel en el maridaje vino
Para entender por qué esta ensalada funciona tan bien y cómo elegir el mejor vino para Salade de tomates burrata au basilic et huile d’olive de Provence, conviene mirar cada ingrediente de cerca.
Tomates
Los tomates son el corazón del plato. Aportan:
- Acidez fresca: imprescindible para equilibrar la cremosidad de la burrata.
- Dulzor natural cuando están en su punto, que suaviza la sensación de acidez.
- Jugosidad: crean una especie de caldo sabroso cuando se mezclan con la sal y el aceite.
Desde el punto de vista del maridaje vino, la acidez del tomate pide vinos igualmente frescos, con buena acidez, que no sean excesivamente tánicos. Los tintos con taninos marcados pueden chocar con el tomate, dando sensación amarga. Por eso los blancos vivos, rosados o tintos ligeros españoles son grandes aliados.
Burrata
La burrata es la parte cremosa y golosa de la ensalada:
- Aporta grasa láctea y una textura casi de nata espesa.
- Su sabor es delicado, ligeramente lácteo, sin notas fuertes.
Esta cremosidad necesita vinos con suficiente acidez para limpiar el paladar, pero sin pasarse de cuerpo ni de madera. Un blanco con crianza sobre lías o un rosado estructurado pueden abrazar esa textura sin taparla.
Albahaca
La albahaca fresca pone el toque verde y aromático:
- Recuerda a hierbas mediterráneas, con notas anisadas y ligeramente especiadas.
- Intensifica la sensación de frescor del plato.
En el maridaje vino, estos aromas herbáceos se llevan especialmente bien con vinos que también muestren notas de hierbas, cítricos o florales: piensa en un Verdejo de Rueda con notas herbales, o en ciertos blancos atlánticos con recuerdos de hinojo o laurel.
Aceite de oliva de la Provenza (o buen AOVE español)
El aceite de oliva es el hilo conductor:
- Aporta untuosidad y un punto frutado (aceituna, almendra, a veces hierba recién cortada).
- Redondea la acidez del tomate y abraza la burrata.
La grasa del aceite pide vinos con acidez y, a veces, con un ligero volumen en boca. Un blanco de Rías Baixas con buena estructura, o un rosado de Navarra con algo de cuerpo, resultan excelentes opciones.
En conjunto, este plato es un juego entre acidez (tomate), grasa (burrata y aceite) y frescura aromática (albahaca). Buscar la combinación perfecta en el maridaje significa encontrar vinos:
- De cuerpo ligero a medio
- Con acidez marcada y limpia
- Con taninos suaves o casi inexistentes
- Aromas frutales y/o herbáceos, nada pesados ni sobremaduros
Receta de Salade de tomates burrata au basilic et huile d’olive de Provence
Datos básicos
- Raciones: 2 como plato principal ligero, 3–4 como entrante
- Tiempo de preparación: 15 minutos
- Tiempo de cocción: 0 minutos (solo montaje)
- Dificultad: Muy fácil
Ingredientes
Para 2 personas (plato principal) o 3–4 (entrante):
- 2–3 tomates grandes y maduros (tipo corazón de buey, rama o variedad de huerta)
- 250 g de burrata fresca (1 pieza grande o 2 pequeñas)
- Un buen puñado de hojas de albahaca fresca
- 4–5 cucharadas de aceite de oliva virgen extra de estilo provenzal o AOVE aromático
- 1 cucharadita de vinagre suave (opcional, mejor de vino blanco o de Jerez suave)
- Sal marina o en escamas al gusto
- Pimienta negra recién molida al gusto
- (Opcional) Un puñado de frutos secos tostados (piñones o pistachos) para dar textura
Elaboración paso a paso
- Preparar los tomates
Lava bien los tomates y sécalos. Córtalos en rodajas, gajos o medias lunas, como prefieras, intentando que tengan un grosor similar para que se aliñen de forma uniforme.
- Montar la base de la ensalada
Coloca los tomates en un plato llano grande o una fuente, repartidos de forma armoniosa. Espolvorea con una pizca de sal para que empiecen a soltar su jugo.
- Añadir la burrata
Sitúa la burrata en el centro del plato, sobre los tomates. Puedes dejarla entera para romperla en mesa o abrirla ligeramente antes, de manera que su interior cremoso se derrame y se mezcle con el tomate.
- Aliñar con el aceite de oliva y el vinagre
Riega generosamente con el aceite de oliva virgen extra. Si decides usar vinagre, añade solo unas gotas para no tapar el sabor de la burrata; el protagonista aquí es el tomate y el aceite.
- Incorporar la albahaca y la pimienta
Deshoja la albahaca con las manos, sin cortar con cuchillo para no oxidarla, y repártela por toda la ensalada. Muele un poco de pimienta negra por encima.
- Toque crujiente opcional
Si quieres añadir textura, espolvorea piñones o pistachos ligeramente tostados. Aportan un contraste crujiente muy agradable.
- Reposo breve y servicio
Deja reposar la ensalada 5 minutos a temperatura ambiente para que los sabores se integren. Sirve inmediatamente, idealmente rompiendo la burrata delante de los comensales.
Información nutricional aproximada (por ración como entrante, 1/4 de receta)
> Los valores son orientativos y pueden variar según los productos concretos utilizados.
- Energía: ~230–260 kcal
- Proteínas: 8–10 g
- Grasas totales: 20–22 g
- De las cuales saturadas: 6–8 g
- Hidratos de carbono: 5–7 g
- Azúcares naturales: 4–5 g
- Fibra: 1–2 g
- Sodio: según la sal añadida
Información dietética
- Vegetariana: Sí (lácteos incluidos).
- Sin gluten: Sí, siempre que no se acompañe de pan con gluten.
- Apta para dieta baja en carbohidratos: Moderada en carbohidratos, pero con grasa láctea.
- No apta para veganos: La burrata es un queso de leche de vaca.
Perfect wine pairings: maridaje vino con vinos españoles
Vamos a lo que más nos gusta: ¿cuál es el mejor vino para Salade de tomates burrata au basilic et huile d’olive de Provence? El objetivo del maridaje vino aquí es respetar la frescura del plato, potenciar el sabor del tomate y cortar la untuosidad de la burrata.
Qué buscar en el vino
- Acidez fresca y marcada para equilibrar tomate y aceite.
- Cuerpo ligero o medio, sin exceso de taninos.
- Fruta limpia (cítricos, fruta blanca o roja fresca) y, si puede ser, toques herbáceos.
- Poca o nula madera nueva; las notas tostadas y muy especiadas no encajan bien con la albahaca.
Con esto en mente, hay varios vinos españoles que funcionan de maravilla y que encontrarás fácilmente en El Corte Inglés, Carrefour o en vinotecas locales, dentro de un rango de 6–15 €.
1. Blancos de Rías Baixas (DO Rías Baixas)
Un Albariño o mezclas atlánticas de Rías Baixas son casi un maridaje de libro:
- Acidez vibrante que limpia la cremosidad de la burrata.
- Aromas de cítricos, manzana verde, flores blancas y a veces notas salinas que refrescan el tomate.
- Cuerpo medio y textura suficiente para acompañar el aceite de oliva.
Busca un Rías Baixas joven, sin demasiada madera, en el rango de 9–14 €. En Carrefour y El Corte Inglés suelen tener varias referencias de bodegas conocidas y también etiquetas de pequeñas bodegas gallegas.
2. Verdejo de Rueda (DO Rueda)
El Verdejo bien hecho es un clásico en España y un aliado perfecto en este tipo de ensaladas:
- Notas herbáceas y de hinojo que se llevan de maravilla con la albahaca.
- Buena acidez, con más volumen que muchos blancos atlánticos.
- Perfil muy gastronómico, fácil de beber.
Elige un Rueda joven o con una ligera crianza sobre lías, pero sin barrica marcada. En el rango de 6–10 € encontrarás opciones estupendas en cualquier supermercado grande.
3. Blancos de Rioja o Rioja blanco con algo de crianza (DOCa Rioja)
La Rioja no es solo tinta. Un Rioja blanco moderno, basado en Viura y otras variedades, puede ser una combinación perfecta:
- Boca envolvente pero fresca, ideal con la burrata.
- Aromas de fruta blanca, flores y, a veces, un ligero toque de barrica muy bien integrada.
Es importante que no sea un blanco excesivamente maderizado; mejor estilos actuales, más ligeros, entre 9 y 15 €. En vinotecas locales siempre encontrarás propuestas interesantes de pequeños productores riojanos.
4. Rosados frescos: Navarra, Rioja y algunos mediterráneos
Los rosados españoles modernos tienen todo lo que este plato pide:
- Fruta roja fresca (fresa, frambuesa) que juega muy bien con el dulzor del tomate.
- Acidez refrescante, ideal para contrarrestar la grasa del queso.
- Color atractivo, perfecto para una mesa veraniega.
Un rosado de Navarra (DO Navarra) o un clarete moderno de Rioja, de 7–12 €, es una opción fantástica. En El Corte Inglés o en tu vinoteca local encontrarás rosados de garnacha que funcionan de maravilla.
5. Tintos ligeros y frescos: Rioja y Ribera del Duero jóvenes
Si prefieres tinto, mejor ir a por estilos jóvenes, con poca madera y tanino suave:
- Un Rioja joven de garnacha o tempranillo ligero.
- Un Ribera del Duero joven con fruta roja y buena acidez.
Estos vinos se adaptan si se sirven algo más frescos de lo habitual (alrededor de 13–14 ºC), para que la acidez brille y el tanino no domine. Son perfectos para quien no perdona el tinto ni con ensalada.
Con Vinomat puedes afinar aún más: introduces que vas a preparar una Salade de tomates burrata au basilic et huile d’olive de Provence, tus preferencias de estilo y presupuesto, y la app te sugiere etiquetas concretas de vinos españoles y el mejor tipo de maridaje vino para tu gusto.
Trucos y técnicas para una ensalada impecable
Aunque la receta sea sencilla, hay pequeños detalles que marcan la diferencia.
- El tomate, siempre de temporada: usa los mejores tomates que puedas encontrar. De huerta, de confianza, incluso combinando variedades (corazón de buey, kumato, rama…) para jugar con texturas y sabores.
- Temperatura adecuada: no uses los tomates ni la burrata recién sacados del frigorífico. Sácalos 20–30 minutos antes para que se expresen mejor los aromas.
- Escoge bien la burrata: una burrata de calidad tiene exterior firme y un interior muy cremoso, no seco. Comprueba la fecha y, si tienes opción, compra en tiendas con rotación alta de producto fresco.
- No te pases con el vinagre: el ácido lo pone el tomate y el vino del maridaje. El vinagre debe ser una nota muy sutil o incluso prescindible.
- Aliña en el último momento: la sal hace que el tomate suelte agua. Está bien que se forme ese jugo, pero no conviene aliñar con mucha antelación para que no quede aguado.
- Corta la albahaca con las manos: así evitas que se oxide y amarillee. Además, desprende mejor su aroma.
- Prueba el punto de sal con un trozo de tomate y burrata juntos: el equilibrio se nota en el bocado completo, no por separado.
Y, sobre todo, prueba la ensalada junto al vino elegido. Deja que el bocado de tomate y burrata se mezcle con un sorbo de vino: esa es la auténtica prueba del algodón del maridaje vino.
Sugerencias de servicio: de aperitivo informal a cena especial
Esta Salade de tomates burrata au basilic et huile d’olive de Provence es tremendamente versátil a la hora de servirla.
- Como tapa o entrante para compartir: sírvela en una fuente grande al centro, con buen pan de masa madre ligeramente tostado para mojar en el jugo de tomate, la burrata y el aceite.
- Como plato único ligero: acompáñala con una focaccia casera, unas aceitunas aliñadas y un buen blanco gallego o un rosado navarro. Perfecta para cenas de verano cuando apetece algo fresco pero con carácter.
- Presentación: juega con el color. Alterna rodajas de tomate de diferentes variedades, añade hojas pequeñas de albahaca enteras y termina con un hilo de aceite brillante. Un plato blanco grande ayuda a que los colores resalten.
- Ambiente: esta ensalada pide mesa al aire libre, copas finas, música suave y, cómo no, una botella de vino frío cerca. Es una receta ideal para esas noches en las que se alarga la charla y se van probando diferentes vinos, buscando esa combinación perfecta con ayuda de Vinomat.
Puedes incluso convertirla en parte de un menú completo de inspiración mediterránea: unos mejillones al vapor, algo de jamón ibérico cortado fino, pan con tomate y esta ensalada, rematando con fruta fresca o un postre ligero. Un festín sencillo, pero digno de celebración.
Conclusión: una combinación perfecta para disfrutar con Vinomat
La Salade de tomates burrata au basilic et huile d’olive de Provence reúne todo lo que nos gusta: producto de calidad, elaboración sencilla, sabor intenso y mil posibilidades de maridaje vino. Con un buen tomate, una burrata en su punto y un aceite de oliva aromático, tendrás una receta que se cuela en tu recetario habitual desde el primer día.
A partir de ahí, el juego está en el vino: probar un Albariño de Rías Baixas, un Verdejo de Rueda, un blanco de Rioja o un rosado navarro y descubrir cómo cambia cada bocado. Con Vinomat, encontrar el mejor vino para Salade de tomates burrata au basilic et huile d’olive de Provence es tan fácil como indicar el plato y tu presupuesto, y dejarte guiar por sus recomendaciones de vinos españoles.
Anímate a preparar esta ensalada, descorcha una botella y disfruta en casa de una auténtica combinación perfecta entre cocina mediterránea y vino.

